Dejar de fumar a los 50, 60 o 70: beneficios para la memoria

Por el Dr. Guillermo Oller – INSCOR Centro Cardiaco y Rehabilitación Cardiaca, Barcelona

Dejar de fumar protege el corazón y los pulmones, pero la ciencia confirma que también puede proteger el cerebro, incluso en edades avanzadas.
Un estudio publicado en The Lancet Healthy Longevity con casi 10.000 participantes seguidos durante 18 años ha mostrado que abandonar el tabaco, aunque sea a los 50, 60 o 70 años, ayuda a frenar el deterioro de la memoria y la fluidez verbal.

¿Qué demuestra este estudio?

Los investigadores siguieron durante casi dos décadas a personas de entre 40 y 89 años que fumaban.
Algunos dejaron de fumar, otros continuaron.
A todos se les evaluaron dos funciones clave: la memoria (capacidad de recordar citas, conversaciones, listas) y la fluidez verbal (encontrar palabras con rapidez), habilidades que suelen deteriorarse con el paso del tiempo.

Antes de dejar de fumar, ambos grupos mostraban un deterioro similar. Sin embargo, después del abandono, los exfumadores empeoraban más lentamente.
Esto significa que el daño no se revierte del todo, pero sí se frena la pérdida de agilidad mental.
En la práctica, la diferencia puede ser pasar de olvidar citas “siempre” a hacerlo solo de vez en cuando.

Nunca es tarde para dejar de fumar

El beneficio se observó independientemente de la edad a la que se dejó el tabaco.

El mensaje es claro: nunca es tarde para mejorar la salud cerebral.
Así como el ejercicio físico ayuda a recuperar fuerza a los 70 años, dejar de fumar también puede frenar el deterioro de la memoria y del lenguaje, manteniendo una mente más activa y clara.

Cómo afecta el tabaco al cerebro

El tabaco daña el cerebro principalmente por tres vías:

Inflamación crónica: mantiene al sistema nervioso en un estado de irritación constante.
Daño vascular: provoca microinfartos y reduce el flujo sanguíneo cerebral.
Estrés oxidativo: genera radicales libres que envejecen las neuronas.

Cuando se deja de fumar, estos procesos se reducen de forma progresiva, mejorando la oxigenación y la función neuronal.
En términos sencillos, el cerebro “respira” mejor y trabaja con más eficiencia.

Cuánto se gana al dejar de fumar

Según el estudio, dejar de fumar puede retrasar el envejecimiento cerebral hasta tres años en solo seis años de seguimiento.
Para comparar, algunos fármacos modernos para el Alzheimer apenas retrasan la progresión unos cinco o seis meses.
Esto convierte al abandono del tabaco en una de las medidas más eficaces, seguras y económicas para proteger la salud cognitiva.

Consejos prácticos del Dr. Guillermo Oller

Fija una fecha concreta para dejarlo: no esperes a tener “ganas”.
Busca apoyo profesional (médico, psicólogo o grupos de ayuda).
Evita detonantes habituales, como café o alcohol.
Haz ejercicio regular: mejora la circulación cerebral.
Cuida el sueño: el descanso es clave para consolidar la memoria.

Un pequeño truco: si siempre fumabas después del café, cambia temporalmente a té durante un par de semanas. Pequeños cambios rompen grandes hábitos.

En INSCOR Centro Cardiaco y Rehabilitación Cardiaca de Barcelona acompañamos a nuestros pacientes en programas integrales para dejar de fumar, mejorar la función cardiovascular y proteger también la salud cerebral.
Porque cuidar el corazón es cuidar el cerebro.